La captura del halcón del aire, en especial si es un zahareño, tiene gran importancia en el amansamiento, ya que si se le saca de la trampa de forma violenta, y le mantenemos mucho tiempo sin caperuza, le acrecentamos el miedo al hombre.
Es muy importante que en la captura, el halconero no hable, ya que el halcón se asustará cada vez que escuche la voz de quien lo capturó.
La posición correcta para sujetar el halcón es la siguiente: Los pulgares en la espalda, las palmas en los flancos (lados, o caderas), y el resto de los dedos en el pecho. El borde superior de la manos debe estar a la altura de los hombros, o de lo contrario el ave sacará sus alas fácilmente.
Es recomendable apiolar al halcón (ponerle la caperuza, pihuelas, lonja, etc) en el mismo instante de su captura. Para esto se necesitan dos personas: uno que lo sujete de la forma ya mencionada, y otro, que debe ser el maestro, quien lo apiole
También es usado el método de apiolar al halcón de noche para que éste no pueda debatirse con luz, para ello se debe entrar a la cámara en absoluto silencio, y poniendo una frazada en el hueco de la puerta de entrada para que la luz lunar no entre al abrir la puerta, ya que si el halcón nota que ésta se ha abierto, se debatirá.
Si el halcón era del aire, y ha de ser apiolado en el lugar de la captura, se le debe llevar a una pieza tranquila para que devuelva la plumada, ya que seguramente éste ya ha comido antes de ser capturado.
Se le mantendrá en la pieza sin caperuza si la pieza es completamente oscura y en su percha de pantalla; O con caperuza si la pieza es iluminada.
El halcón se mantendrá ahí durante toda la noche, y al día siguiente el halconero entrará en la cámara y buscando la lonja atada a la percha, se dirige directo al halcón, se toman las pihuelas, y alumbrando le directamente a los ojos con una linterna no muy potente, se deslumbra al halcón, y rápidamente se encaperuza. Luego se revisa la halconera para ver si ya devolvió la plumada, si no la ha devuelto, es porque no ingirió plumas el día anterior. Pero es muy importante que el halconero no se confié y le dé ración con plumas, porque en los primeros días del amansamiento no se le puede dar ni huesos ni plumas al halcón, ya que por el miedo éste no la devolvería.
Ese día se le debe dar comida al halcón dejándosela el la percha, para que este coma voluntariamente, pero tan solo unas picaditas, para que en la noche tenga mucha hambre. Seguramente no comerá de inmediato, pero el hambre le gana al miedo.
También ese día es recomendable pesarlo, especialmente si el halcón era del aire. Anotando el peso, que más adelante será esencial para lograr el peso necesario.
Desvelando al Halcón:
Esta etapa se hace en la misma noche del día en que se dejó la comida servida en la percha.
Aunque esta etapa es voluntaria, se desvela a los halcones para que así al día siguiente estén tan cansados que no tendrán ni ganas de debatirse, y así se amansan mucho antes. Para la primera noche se prepara una mesita con unas tiras de carne y algunas plumas suaves.
Se pone el halcón en el puño (encaperuzado), y se comienza a hablar suavemente; Apenas se dice la primera palabra, el halcón abrirá el pico amenazadamente, pero como está encaperuzado y no ve nada, sus amenazas no tienen sentido.
Luego que se ha hablado un rato, se le comienza a acariciar con una pluma. El halcón atacará a la pluma hasta destrozarla, pero para eso se tienen hartas de ellas, y se le sigue acariciando con otra, hasta que lo tolere.
Acostumbrando al halcón a comer del puño:
Esto se logra en esta misma desvela. Y se logra acariciando las manos del halcón con una tira de carne. Y como los halcones no soportan esto, comenzará a picotear al agresor, apenas le dé el primer picotazo sentirá el rico sabor de la carne, y el halcón (aún encaperuzado), comenzará a devorarse la tira con fuertes picotazos y con mucha avidez, prefiriendo comer a debatirse.
Mientras come, es muy importante emitir un sonido como el usado para animar los caballos, éste se hace con la lengua golpeando el paladar: “Tech, tech, tech”. Este sonido es importante ya que luego cada vez que se emita, el halcón bajará a sus manos para comer.
Luego de que se ha comido toda su gorga, se le da un paseo al aire libre con caperuza puesta, y luego, se le deja en su halconera.
Al otro día en la mañana, se le encaperuza y se le da un paseo al aire libre. Si es posible, se le puede sacar la caperuza, pero apenas se debata se le pone. Si el halconero no hará otra desvela en la noche, entonces se le da la gorga en el puño dentro de la halconera y con caperuza, para evitar problemas, emitiendo el sonido correspondiente.
En la noche, si es posible se le desvela con caperuza, siguiendo los mismos pasos de la noche anterior.
Al día siguiente, se le puede repartir la gorga en varias raciones, ya que hasta el momento el halcón come toda su gorga de una sola vez. Esto de repartir la gorga ayuda a que el halcón nos vea más de una vez al día y se amansa más rápido. Pero recordando que hay que emitir el sonido cada vez que se le alimente.
Seguramente el halcón ya asoció el sonido con la comida, por lo tanto buscará su ración cada vez que se le emita. Pero es muy importante que cada vez que se emita se le de su ración, sin hacer falsos llamados, ya que éste no lo asociaría nunca si es fuera.
Al otro día, o ese mismo si el halcón se ve tranquilo, se le puede alimentar sin caperuza. Esta se le saca cuando está comiendo y tiene un pedazo de carne en el pico, se abren las cerraderas suavemente y se desencaperuza.
Si sigue comiendo, es porque se le ha grabado un gran reflejo.
Cuando está acabando su ración se le encaperuza, esto se logra interponiendo la caperuza (con las cerraderas abiertas), entre el pico y la comida, como si el camino para comer es encaperuzarse. Ya encaperuzado, debe seguir comiendo, o tomará la caperuza como un artefacto que no lo deja seguir, y la odiará.
Al día siguiente comerá sin caperuza nuevamente, y hay que hablarle mientras lo hace. Antes de terminar, se le encaperuza, y se le deja seguir comiendo, (no olvidar emitir el sonido).
Hasta el momento, el halcón solo nos ha visto cuando come, lo cual es muy necesario para el amansamiento.
Para que los encuentros entre halconero y halcón duren más, se le puede dar un ala de pollo o una cabeza, a las cuales se demoran mucho en desgarrar y así nos ven por más tiempo.
Si el halcón tolera la mayoría de nuestros movimientos, como sacarle y ponerle la caperuza, sacarlo de la halconera, etc. Se le puede dejar dormir sin caperuza en la pieza iluminada. Pero hay que observarle por una ventanilla, para ver que movimientos hace, si son de liberación, se le encaperuza, o se le lleva a la cámara oscura donde antes dormía.
Cuando el halcón ya come y duerme confiadamente sin caperuza y el halconero dice que ya está amansado. Se comienza a templarle y a bajarle de peso. Lo primero que hay que hacer es pesarlo. El peso óptimo en el que el halcón deberá estar es de un 10% menos del peso que tenía cuando era libre, o de cuando fue sacado de la muda para comenzar su adiestramiento; Pero si el halcón es comprado de una pajarería, etc, el peso del halcón deberá ser consultado a alguien que tenga esa información o en libros especializados en aquel tipo.
Hambre:
El temple es un grado de hambre en el cual el halcón codicia irresistiblemente la comida (“hambre derecha”), cada ave tiene su propio grado de hambre, por lo tanto cada cetrero debe descubrir el de la suya. Pero nunca se debe llegar a la llamada “hambre izquierda”, que es el grado donde el halcón corre peligro de muerte. Esta se puede diferenciar de la derecha, ya que cuando esta templado, el halcón se debate cada vez que viene el halconero para alimentarle, no dudan ni un segundo en saltar al puño, y desgarran su ración con mucha avidez. Y en la izquierda, el halcón es sumamente dócil, no tiene ánimo, y come lentamente y sin fuerza. También es importante que el halcón siempre tenga comida en el buche, aunque sea un poco. Las reservas de un halcón son muy importantes, el halconero no saca nada con que su halcón este musculado, buen señolero, etc., si no tiene reserva alguna.
A veces el halconero piensa que su halcón esta en “hambre izquierda”, cuando en realidad éste está sin apetito ni ganas de comer, esto se nota, ya que nos espera imperturbable en su banco y tarda en decidirse a saltar al puño para comer, esto demuestra su inapetencia. La solución para este problema es que la mitad de su gorga sea lavada, y la otra mitad sea carne sin mucho poder nutritivo como la de conejo y de la de pollo joven. Luego de que el halcón vuelve a su estado normal, la nutrición deberá ser la misma de antes.
Para bajarle de peso, no es necesario una gran reducción del peso anterior de la gorga. Aunque la reducción de la gorga debe ser mínima, el secreto para bajarle el peso a un halcón es bajarle el poder nutritivo de la gorga, y esto se logra haciendo lo que se llama “roedero”, que es una comida que le quita el apetito al halcón, pero a éste le vuelve el hambre en pocas horas más, ya que el roedero no alimenta mucho. Aunque hay muchas formas de inventar un roedero, la más fácil es de meter la carne en un recipiente de agua fría, y este meterlo al refrigerador. Luego de 24 horas dentro del refrigerador, se saca la carne y se estruja con un paño limpio para sacarle el agua, esta carne lavada es muy laxativa y de efectos inmediatos. Otros roederos, son las carnes sin poder nutritivo como la de conejo y la de pollo joven.
Los halcones detestan las carnes lavadas, por lo tanto ha de dárselas encaperuzados si no las aceptan. Luego de darles carne lavada, recomiendo darles unas picaditas de carne fresca y sabrosa, para que se queden con un gusto rico en el pico.
Desde que se le alimenta al halcón con roedero para bajarle de peso o templarlo, se debe empezar a pesarle diariamente al halcón, para ir estudiando su peso. Si éste no baja ningún gramo en los próximos tres días, se reduce un poco el peso de la gorga. Una vez que ya llega a su peso óptimo, se le comienza a dar siempre la misma cantidad de comida, para que quede estable. Aunque en cada estación o temporada, el peso del halcón deberá ser más alto o más bajo dependiendo de cada una de ellas. En invierno se les debe aumentar de peso, ya que el estar gordos, les protege del frío.
También en esta etapa se le puede comenzar a alimentar al aire libre, con la lonja atada al anillo de la lúa (guante del cetrero), si el halcón mira fijo por largo rato un mismo lugar, es porque quiere escapar, por lo tanto se debe emitir rápidamente el “tech, tech, tech”, y darle unas picaditas, así aprenderá a no escapar ya que se perderá toda esa comida fácil que su maestro le da.
Acostumbrando al halcón a saltar al puño:
Esta etapa comienza cuando el halcón ya come confiadamente sobre el puño del cetrero sin caperuza, tanto en la halconera como al aire libre.
Para lograr este entrenamiento, se debe atar la lonja a la anilla de la lúa, y dejar al halcón posarse en el suelo (ojalá en césped), luego se desencaperuza, y se le ofrece un trozo de carne a un palmo de distancia del halcón (recordemos que el halcón está templado, y aún no ha comido), el halcón seguramente no saltará rápidamente (aunque si está demasiado templado éste no lo dudará un segundo). Seguramente éste mirará desconocido, estirando el cuello, moviendo la cabeza en todas direcciones, pero al final, siempre terminan por saltar.
Por tal esfuerzo se le da toda la mitad de su gorga, para en otro momento hacer otro salto y darle el resto. O se le da toda su gorga de una sola vez, y así se confiará más para el próximo día.
Es muy importante, que los halcones salten siempre a la mano del cetrero a unos 20 cm. sobre su cabeza pero diagonalmente, ya que si la mano con el trozo de carne, se le pone horizontalmente, el halcón preferirá caminar a saltar.
Si el halconero no está muy confiado en su ave, puede partir el entrenamiento dentro de la halconera, y cuando ya se confíe lo hace al aire libre, aunque el sol es fundamental para el plumaje y salud del halcón.
Luego del entrenamiento se le deja dar un baño al halcón, siempre que el día sea soleado. El banco debe estar a pleno sol y a 1 metro del baño, para luego de bañarse, se seque en su banco (la lonja debe ser lo suficientemente larga para tal recorrido). Los halcones del aire no aceptan estos baños artificiales, por lo tanto se le debe llevar a un charquito sin corriente y 100% natural, para que se bañen.
Cuando el halcón ya está seco, el halconero le ofrece otro trozo de carne, pero a 1 1/2 palmo, si no lo acepta, se lo ofrece a 1 palmo. Luego se le da un paseo sin caperuza y todo tipo de premios, y a la halconera.
Cada día se deben alargar más las distancias, hasta que llegue a estirar la lonja.
Luego de que ya salta hasta estirar la lonja, se le puede amarrar al tornillo de la pihuelas, una trenza de hilo de pescar (dependiendo de la fuerza que el ave tenga son los números de hilos que esta debe llevar). El otro extremo de la trenza se ata a una pelota de madera, para que si el halcón estira completamente la trenza, en vez de llevarse como lección un fuerte tirón, se arrastre la pelota para amortiguarlo. El cordel, en este caso la trenza de hilo de pescar, que se ata al halcón para que no tome su libertad en los entrenamientos al aire libre, se llama “fiador”.
Y se le van alargando las distancias de vuelos hacia la mano del halconero para recibir su trozo de carne, hasta que vuele hasta estirar la trenza (unos 20 metros). Aunque esta etapa es voluntaria, le da al principiante mucha fe y confianza.
También en esta etapa se puede atar el perro cerca, para que el halcón le pierda el miedo.
El Señuelo:
Para esta etapa, el halcón deberá estar templado y amansado.
Un halcón está amansado cuando tolera la presencia del halconero y de sus perros y acompañantes, y sin fuertes debatidas por miedo (las debatidas de codicia de comida, son normales y siempre pasarán, incluso son necesarias para que el halcón salga vivo y ágil para la caza, además nos comunican que el halcón está templado).
El temple más duro que tendrá que soportar hasta el momento es el de la introducción al señuelo.
Primera Tercia del Señuelo:
La palabra tercia, es porque la practica del señuelo se puede hacer en días alternativos, dándole al halcón su gorga con saltos al puño los días sin actuación.
Esta primera fase, es muy importante, ya que de ella dependerá el futuro apego a este instrumento, el cual a futuro nos servirá para muscular al halcón, para recuperarlo en caso de su perdida y como una forma de alimentación para éste, donde deberá esforzarse por conseguir su ración.
Se amarra un extremo del fiador al tornillo de las pihuelas (la trenza de hilo de pescar es muy recomendable como fiador), y el otro extremo se ata a la pelota de madera. Y se deja al halcón posado en su percha, aún encaperuzado, y se amarra al perro a unos 15 metros de él, para que no estorbe.
Luego se le amarran al señuelo, dos grandes mitades de un ave recién sacrificada, a la cual su halcón codiciaba en su libertad. Esta debe ser la comida más grande que el halcón ha visto desde el comienzo del adiestramiento.
Después se deja el halcón en el suelo, se le saca la caperuza, y en ese momento se le muestra el señuelo encarnado en la mano derecha, luego se le deja subir al puño izquierdo, y sujetándole las pihuelas se le muestra el señuelo, y se le deja comer unas picaditas mínimas. Luego se le saca el señuelo de entre las patas, se le sujetan la pihuelas, y se le muestra el señuelo nuevamente, el halcón querrá seguir comiendo y se debatirá para alcanzarlo, y en ese momento se lanza el señuelo lentamente a unos 2 metros del halcón y se deja que éste vaya a buscarlo (estará atado al fiador). Pero también solo se le deja dar una picaditas, se le saca del señuelo y se le encaperuza.
Y un ayudante, que no necesariamente debe ser cetrero, se lleva al halcón a unos 15 metros de distancia con el halconero, y colocándolo pico a viento (viendo en contra, es decir, viento chocando en la cara del halcón), le saca la caperuza. Y en ese momento el halconero comienza a voltear el señuelo, y a tocar el silbato, el cual debe ser tocado antes de que el halcón salga del puño del ayudante hacia el señuelo, cuando va en la mitad de su recorrido hacia el señuelo, y cuando está comiendo un pitido mínimo ¡¡nada más!!. Y siempre debe ser tocado a un mismo ritmo.
Como el halcón vuela más despacio en contra del viento se demora más en llegar hacia el señuelo, cuando éste vaya en la mitad de su recorrido, el halconero lanza el señuelo hacia delante y hacia la izquierda, dejando que el halcón lo vaya a buscar, pero preocupándose que el señuelo no caiga muy cerca de algún ayudante o perro, ya que el halcón no entrará en territorio humano, y desviará su vuelo.
Si el halcón se asusta en cuanto va a trabar el señuelo y desvía su vuelo, es porque aún le teme a los movimientos humanos, la solución para esto son los saltos al puño.
Mientras el halcón come en tierra sobre el señuelo, los ayudantes, el perro y el halconero, deben estar cerca de él, para que se acostumbre ya que en la caza las cosas son así. Pero el único que debe llegar hasta el halcón para sacarle del señuelo debe ser el halconero, el cual luego de que el halcón ha comido bastante, le ofrece un trozo de carne con una mano y el puño de la otra. El halcón preferirá aquella fácil comida a la que debe desgarrar, por lo tanto subirá al puño sin dudarlo y ahí el halconero levanta el puño y el halcón para no caer se sujetará, y luego le da toda su gorga sobre el puño. Pero el halcón deberá haber comido lo bastante sobre el señuelo para que luego lo aprecie mucho.
Luego el halconero encaperuza, descanso de 20 minutos sobre el banco y en la sombra, y luego un rico baño al sol, halconera y hasta el otro día.
Si esta etapa fue llevada correctamente, luego de algunos días que se repita, el halcón trabará el señuelo antes de que este caiga al suelo. Pero es necesario que el cordel del señuelo sea grueso y muy visible, ya que si no lo es el halcón intentará llevar en mano.
Para cada tercia es necesario temple, mansedumbre y tocar el silbato.
Si el halcón traba el señuelo, pero no come, es porque le falta temple.
El silbato es un instrumento muy necesario. En algunas partes se dice que el sonido que se debe emitir cada vez que se le alimente al halcón durante el amansamiento, es el del silbato, pero en realidad el más recomendable es el “tech, tech, tech” o cualquier otro menos el silbato.
Ya que el silbato es el sonido que luego usaremos para llamar la atención del halcón hacia el señuelo cada vez que queramos recuperarlo, etc. Y es el sonido que menos debemos malgastar ya que en la caza y perdidas es muy necesario. No lo podemos malgastar en cada vez que queramos darle comida al halcón, o éste se aburrirá rápidamente de él y luego no lo obedecerá.
Por lo tanto el silbato se introduce recién el la introducción al señuelo, y no antes.
Al otro día se le da de comer un roedero en la mañana, y nada de premios. Los premios son para los días de actuación.
Segunda y Sucesivas Tercias del Señuelo:
Esta tercia es muy similar a la anterior. Debe comenzar cuando el halcón ya trabe bien el señuelo antes de caer al piso.
El ayudante debe llevarse el halcón encaperuzado a una distancia de 25 metros, y debe lanzar el halcón pico a viento, mientras que el halconero voltea el señuelo con el viento chocando en su espalda y toca el silbato, cuando el halcón vaya a trabar el señuelo, el halconero lo lanza hacia arriba ligeramente para que el halcón lo trabe con altura, pero lentamente.
Luego el halconero puede comenzar a lanzar el halcón de distintas posiciones, como a rabo a viento (viento a favor).
Esta es la etapa donde la gorga puede ser repartida en 2 o más raciones (ojalá no más 3) Pero mientras se le esté adiestrando es convenible que éste se coma toda su gorga en un solo lance, para que se confíe más en el señuelo.
Este es el modo de cómo se harán las sucesivas tercias al señuelo, aunque, si el halconero desea muscular a su halcón puede hacerse lo que se llama “pasadas al señuelo” o “stoops”, donde se obliga al halcón a hacer varios intentos antes de dejarlo trabar el señuelo, esto se logra dándole un tirón fuerte al señuelo a la izquierda cada vez que lo vaya a trabar, el halcón dará la vuelta y otra vez intentará trabarlo, con una 10 pasadas estará bien para dejar que lo tome, pero es importante que siempre termine por trabarlo, o si no perderá la confianza hacia el señuelo. Las tercias con “stoops” deben comenzarse cuando el halcón ya vuele confiadamente en libertad, sin fiadores ni nada.
También es recomendable sustituir el señuelo recién trabado, por un ave recién sacrificada y agonizando, para que el halcón piense que mató un ave en vez del señuelo, dándole más confianza aún en la caza. Pero este paso siempre a escondidas, el halcón no debe darse cuenta, y de vez en cuando, no siempre.
Ya en las próximas tercias se debe ir aumentando la distancia de vuelo, hasta llegar a unos 40-60 metros confiadamente.
Además de hacer buen señolero al halcón, también se debe hacer que le pierda el miedo a los autos, los perros, los ayudantes, y ciertas cosas que luego serán indispensables en la caza.
Al ver al hombre cerca, los halcones del aire, suelen llevar en mano, igual como lo hacían en libertad. Para esto se aconseja cada vez que coma del señuelo, acercarse a él lentamente hasta que no le importe comer a lado del ayudante, del perro, y especialmente, del halconero. Estas malas costumbres de llevar en mano, se deben abolir antes del vuelo en libertad
Vuelo en Libertad:
El principiante suele tener mucho cuidado en este temido vuelo, pero los pájaros no suelen perderse entonces, sino que se pierden cuando el halconero se confía y saca a volar su halcón sin templarlo, o cuando lo saca con un día con mucho viento, o muy caluroso, ya que el halcón se posará en la sombra, y se perderá al no ver a su maestro. Es entonces cuando el señuelo y el silbato son muy necesarios, el halconero deberá silbar y señolear al mismo tiempo en el lugar más visible del campo. Es por eso que se debe templar al halcón el día antes de cada tercia, vuelo, caza, etc.
Pero si las sesiones del fiador fueron llevadas bien, seguramente nunca se dieron cuenta de que antes volaban atados, en especial si el fiador era de hilo de pescar. Por lo tanto, para ellos es un vuelo más.
En un terreno amplio, los mismos ayudantes y perros, el halcón templado, y clima sin viento ni calor excesivo.
Encaperuzado, el ayudante le saca la lonja y el tornillo. El halconero se va con el halcón al puño unos metros más allá de la multitud, desencaperuza, y suelta las pihuelas.
Luego de que el halcón ha volado uno metros, los necesarios como para tan solo estirar las alas y músculos. El halconero lo llama con el silbato y le da su gorga con el señuelo, y sin hacer ninguna pasada. Terminada su gorga, se le encaperuza, se le deja dar un baño y cantidades de premios, como posarse cerca de la estufa, etc.
Luego temple, para que al otro día se le deje volar más. Con que vuele confiadamente unos 100-150 metros, está listo para los “stoops” y luego musculado, a la caza de aves.
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